





No cabe duda de que algo se está haciendo muy mal, desde el punto de vista nutricional, en los países llamados “desarrollados” del mundo de hoy. La incidencia de obesidad, sobrepeso y de enfermedades crónico degenerativas incluido el cáncer es especialmente alarmante en las últimas décadas. Y lo peor es que no tiene perspectivas alentadoras sino todo lo contrario. No es momento de dar estadísticas pero si de estimular a las personas a preguntarse el porqué de esta “epidemia”, por qué cada vez más personas analizan la importancia de cambiar su rutina alimenticia y se acercan a la importancia de una dieta de alimentos alcalinos.
¡Somos lo que comemos!, esa premisa la hemos escuchado desde siempre, y aceptamos que tiene fundamento científico, ya que de alguna manera la composición de nuestro organismo refleja la composición de nuestra dieta, al menos en el largo plazo. Desde este punto de vista, los ácidos grasos, son quizás los nutrientes que mejor reflejan, junto con los microminerales, el contenido de la dieta en la composición de nuestro organismo. Ahora bien, ¿actualmente comemos lo que deberíamos comer? ¿seguimos una dieta con los alimentos correctos? al parecer no es así. Nuestra genética, al parecer, sigue siendo un patrimonio de información similar al que tenían nuestros antecesores de la edad de piedra. Las mutaciones con efecto positivo, desde el punto de vista evolutivo, ocurren aproximadamente cada cien mil años, por lo cual, según el registro fósil que tenemos de los primeros homínidos, no deberíamos registrar más de 20 o 30 mutaciones con efecto positivo en nuestra nutrición. Por el contrario, también se han producido mutaciones con efecto negativo, y que han modificado nuestra capacidad de adaptación al medio ambiente y/o nutrición. Un ejemplo es la pérdida de la capacidad para biosintetizar el ácido ascórbico (vitamina C) a partir de la glucosa por deficiencia de la enzima l-gluconolactona oxidasa, capacidad que sí tienen otros mamíferos, pero no los primates, incluidos los humanos, lo cual nos deja sensibles a su carencia nutricional, la que en el pasado se reflejó en una gran incidencia de escorbuto en numerosas poblaciones. ¿Genética de la edad de piedra y nutrición de la era espacial?, al parecer así es. Nuestro patrimonio genético no ha variado o ha variado muy poco, pero la nutrición actual es notablemente diferente a la de nuestros ancestros. Extracto del artículo: Evolución de la nutrición.
Queda claro que la propuesta o tendencia nutricional que seguimos tiene graves errores. Quisiera desde mi posición estimularte a buscar nuevas y diferentes maneras de alimentarte fuera de la era “McDonalds”. Con una sola idea verás lo sencillo que es en realidad razonar con la dirección correcta. Si nuestros antepasados homínidos, por una cuestión de mutación evolutiva, dejo de crear su propia vitamina C y necesita ingerirla desde el exterior, cuáles son los alimentos más ricos en ella? Los vegetales de hoja verde y las frutas. Más completo, fresco, alcalino y cercano al origen, todas esas características son el centro de una dieta de alimentos alcalinos y trae más beneficios de los que se podrían imaginar.
ana maria says
entonces es bueno consumir vit c. en pastillas como complemento de la dieta ””<<<'''?'????' no me quedo nada claro.gracias
Yolanda Martínez Swoboda says
Mil gracias, Gabriel. Yo llevo un año con la dieta alcalina. Tengo colitis ulcerosa desde hace 16 años y NUNCA he estado mejor. Mil, un millón de gracias.
Lynn says
Hola Ana,
En el último párrafo él menciona las fuentes de vitamina c que son: los vegetales de hojas verdes y las frutas. También mencionó que sean cercanos al origen, a mi entender, deberíamos tratar de ingerir la vitamina c de forma más natural posible.
Si bien que hoy día es muy difícil llevar una buena dieta con la vida acelerada que llevamos cada día, es aun más difícil conseguir alimento orgánico sobre todo para los que viven en ciudades grandes donde todo es refinado, congelado….. Pero, con algo de dedicación, algo podremos lograr.