





Uno de los mas apasionantes y vigorosos debates entre dos eminentes investigadores contemporáneos fue el que mantuvieron el científico francés Antoine Bechamp y su contemporáneo Louis Pasteur.
El primero sostenía que “la enfermedad causaba los germenes” y el segundo sostenia que tenía pruebas de que “las enfermedades eran causadas por los germenes”. Uno fue olvidado por la historia, el otro es considerado el padre de la medicina moderna.
Bechamp decía que las células de plantas y animales contenían unas micro partículas que llamó «Microzymes». Según él estas partículas podían persistir vivas aun muriendo el organismo huésped. Podían causar fermentación y desde el cual podían desarrollarse diferentes micro-organismos.
Bechamp dijo que los Microzymes (también llamados «priones») eran imperecederos y que de hecho eran un estadío intermedio entre la materia viva y la materia “no-viva”.
Bajo condiciones especificas, el dijo, las Microzymes podían desarrollarse y crear bacterias con diferentes propiedades patógenas.
En su opinión, la mayoría de las enfermedades comienzan de esta manera dentro del sistema y no necesitan de una fuente de infección externa.
En otras palabras, Bechamp desarrolló a lo largo de su vida la teoría de que los microorganismos pueden cambiar su tamaño y su forma dependiendo de la salud del organismo huésped.
Esto contradice de lleno lo que las autoridades de la medicina ortodoxa han pensado durante todo el siglo XX.
Estudios de laboratorio recientes basados en los microscopios de campo oscuro confirman las teorías de Bechamp. Ver por ejemplo www.BioResources.com .
Pasteur era el prototipo de persona convincente, vendedor, con amistades en el campo de la política y de la alta sociedad de la época. Lamentablemente para todos la medicina convencional siguió las directrices de sus primeras hipótesis.
Pasteur sostenía que
- Que todos los micro-organismos, sin importar su tipo o especie , eran inmutables.
- Que cada tipo de bacteria produciría un tipo especifico de enfermedad.
- Que esa bacteria u hongo no puede aparecer espontáneamente.
- Que bajo condiciones saludables la sangre y los tejidos son estériles.
- Que las enfermedades tenían origen en una bacteria exógena.
El biólogo francés Claude Bechamp entró al debate y dejó una frase célebre que decía :” el microbio no es nada, el terreno lo es todo”.
Si los germenes son invasores externos que atacan el cuerpo, entonces lo que hay que hacer es desarrollar una innumerable cantidad de armas (drogas) antigérmenes para destruirlos. Las teorías de los gérmenes de Pasteur dió nacimiento a la era de los antibióticos y la gran industria farmacéutica.
Pero si el mundo en ese momento hubiese adoptado las teorías de Bechamp y los siguientes trabajos de Brewer, Otto Warburg, Linus Pauling etc., hoy sería de conocimiento público que los síntomas de enfemedades se pueden revertir y prevenir restaurando los nutrientes a nivel celular y equlibrando el PH del terreno biológico.
Hoy se sabe que el propio Pasteur lo reconoció en su lecho de muerte diciendo:” Antoine tenía razón, el microbio no es nada, el terreno lo es todo “.
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